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Cómo conseguir una piel más luminosa, ácido glicólico y niacinamida la combinación perfecta
La falta de luminosidad no es un problema que ocurra de la noche a la mañana, sino que es el resultado de diversos factores que van afectando al estado de la piel de forma progresiva. ¿Por qué la piel pierde luminosidad? Algunos factores son internos, como los cambios que sufre la piel por el paso del tiempo, y otros son ajenos como puede ser la exposición solar. ¿Qué factores son los más determinantes en la perdida de luminosidad en el rostro? Te contamos qué factores hacen que la piel luzca sin vida y cómo el ácido glicólico y la niacinamida pueden ayudarte con este problema.
Envejecimiento: A medida que envejecemos, el proceso de renovación celular de la piel se ralentiza. Esto significa que las células muertas se acumulan en la superficie de la piel, dándole un aspecto más opaco y menos luminoso. Con el tiempo, si no se realiza un cuidado de la piel apropiado, este cúmulo de células muertas puede hacer que pierda su suavidad, dejando una textura más áspera.
Exposición solar: Los rayos UV son el gran enemigo de la salud de la piel. Además de ser los responsables de su envejecimiento prematuro por la exposición continuada, también pueden dañar el ADN de las células cutáneas, generando manchas oscuras y provocando un tono desigual. Esto hace que la piel se vea mucho más desvitalizada.
Contaminación: Las partículas contaminantes que existen en el ambiente están cargadas de los temidos radicales libres. Por eso, al contacto con nuestra piel pueden penetrar la epidermis y oxidar las células. Este proceso que de sobra conocemos como estrés oxidativo, es lo que provoca un aspecto apagado en el rostro.
Estrés: El estrés puede desencadenar procesos que dañan la piel afectando a su luminosidad. Y es porque el cortisol que generamos cuando estamos estresados reduce el flujo sanguíneo y por tanto no llegan adecuadamente los nutrientes y el oxígeno a la piel. Así la piel se muestra apagada y desvitalizada, prácticamente como nuestro estado de ánimo.
Mala alimentación: Una dieta deficiente en vitaminas y antioxidantes puede reflejarse en una piel opaca y sin vida. Aunque la capacidad de la piel de absorber los nutrientes es limitada y se recomienda siempre aplicar vitaminas de manera tópico para aumentar su absorción, la falta de agua, el exceso de azúcares y la acumulación de toxinas derivan en un tono apagado y falto de brillo.
¿Qué se puede hacer para recuperar la luminosidad de la piel?
Sabiendo que la pérdida de luminosidad de la piel puede deberse a una combinación de factores internos y externos, es importante buscar soluciones que sean específicas para tratar ese problema. Por suerte existen ingredientes que pueden ayudar a combatir estos efectos negativos y devolverle a la piel su resplandor natural. Dos de estos ingredientes clave son el ácido glicólico y la niacinamida, dos activos que, cuando se utilizan en una rutina conjunta, pueden transformar la piel opaca y sin vida en una piel luminosa y saludable.
El poder del Ácido Glicólico (AHA)
El ácido glicólico es un alfa hidroxiácido (AHA) derivado de la caña de azúcar. Este ingrediente tiene propiedades exfoliantes y renovadoras. Eso quiere decir que, al aplicarlo sobre la piel, este ácido actúa disolviendo las uniones entre las células muertas de la epidermis, facilitando su eliminación y revelando las capas más jóvenes y luminosas de la piel.
¿Qué Beneficios tiene el ácido glicólico?
Exfoliación profunda: A diferencia de los exfoliantes físicos que contienen micropartículas y realizan una suave erosión sobre la superficie del rostro por fricción, el ácido glicólico penetra en niveles más profundos de la epidermis y consigue un mayor desprendimiento de las células muertas. Por lo tanto, trabaja en profundidad y consigue resultados más visibles en la renovación de la piel.
Estimulación de colágeno: Cada vez que realizamos una acción exfoliante en nuestro rostro y eliminamos las células dañadas de la capa más externa, se manda una señal hacia el interior de la piel para que se comiencen a producir nuevas células y proteínas que sustituyan y reparen las ya eliminadas. Así es como la estimulación mecánica superficial pone en marcha los mecanismos internos de fabricación de nuevo colágeno que nos aportan una piel más firme.
Unificación del tono: el ácido glicólico es muy eficaz para reducir las manchas oscuras y mejorar el tono desigual causado por el envejecimiento o por la exposición al. Al eliminar las capas superiores de la piel, se reducen las células más pigmentadas, las que se acumulan en la superficie con gran concentración de melanina y da lugar a las manchas. De esta forma el ácido glicólico nos ayuda a obtener una piel más uniforme y brillante.
Reducción de poros: Al eliminar las células muertas que obstruyen los poros, se facilita que se extraiga la suciedad de su interior y así disminuya su tamaño. Gracias a esta capacidad, el ácido glicólico minimiza su apariencia y contribuye a una piel más suave, lisa y de aspecto más sano.
¿Por qué usar Niacinamida con ácido glicólico?
La niacinamida es una forma de la B3. Es un ingrediente multifunción para el cuidado facial y compatible con todo tipo de pieles. Dentro de su gran capacidad de actuación, la acción principal de este ingredientes es la de restaurar la función barrera de la piel, incrementando las ceramidas que protegen en la capa más externa. Es el complemento ideal para el ácido glicólico ya que, a una regeneración potente le sigue un ingrediente con efecto reparador y suavizante.
Beneficios de la niacinamida
Iluminación: De sobra es sabido que la niacinamida ayuda a reducir la hiperpigmentación y unificar el tono de la piel. A medida que actúa sobre las manchas oscuras, la niacinamida ilumina la piel y le devuelve su brillo natural.
Efecto calmante: La niacinamida tiene propiedades que ayudan a reducir el enrojecimiento y la irritación. Esto le convierte en el ingrediente ideal a usar después del ácido glicólico, que puede ser un poco más agresivo para algunas pieles.
Fortalecimiento de la barrera cutánea: Es fundamental para tener la hidratación y a protegerse de los factores externos dañinos. El manto hidro-lipídico de nuestra piel debe estar balanceado y la acción de la niacinamida al reforzar su estructura es la garantía de una piel sana. .
Reducción de poros: Al igual que el ácido glicólico, la niacinamida también tiene la capacidad de minimizar la apariencia de los poros. Su papel en este caso consiste en regular la producción de sebo; así disminuimos la suciedad interna y el poro se ve más fino.
¿Cómo combinar ácido glicólico y niacinamida en tu rutina?
Se puede combinar ácido glicólico y niacinamida en una misma rutina para potenciar sus efectos, creando así unos beneficios sinérgicos inmejorables para aumentar el brillo de la piel.
El ácido glicólico prepara la piel, exfoliándola y renovando las células. Por otro, la niacinamida calma, unifica el tono y fortalece la barrera cutánea. Esta combinación es ideal para lograr una piel luminosa, radiante y saludable. Vamos a integrar estos dos ingredientes en una rutina rápida y sencilla.
Primero, y siempre importante para cualquier rutina, utiliza un limpiador adecuado a tu tipo de piel. A continuación, usa Glycolic Serum de Excellence, un serum específico con u increíble efecto renovador de la piel que estimula la regeneración cutánea, contribuye a la eliminación de las células muertas y reduce imperfecciones. Por último, utiliza Blast Antioxidant & Celullar Protection Cream, una crema creada con niacinamida y vitamina C liposomada que consigue in efecto sinergizante para favorecer la síntesis de colágeno y elastina, mejorando así la estructura de la piel y aportando luminosidad.
¿Te animas a probar esta nueva rutina y a devolver la luminosidad a tu piel?