Puede que tengas muy claro cuál es tu rutina facial y sepas bien en qué se diferencia un serum de una crema y los beneficios que tiene el uso de ambos. Si no es tu caso y después de tanto oír hablar de productos cosméticos aún tienes dudas de qué son y qué debes usar, este artículo es para ti. Si eres de las primeras… ¡también te puedes quedar leyendo este artículo y recomendarlo a quién tú quieras! ☺
En primer lugar, te vamos a contar qué es un serum, qué es una crema y en qué se diferencian.
Los serum son nuestro mejor aliado a la hora de conseguir resultados intensos sobre cualquier efecto que necesite nuestra piel, como revitalización, despigmentación, firmeza, corrección arrugas… Tienen una forma más líquida y ligera, de rápida absorción, concentraciones más altas de ingredientes activos y llegan a las capas más profundas de la epidermis. Tras leer esto, está claro que no podemos prescindir del serum en nuestra rutina diaria.
Por su parte, las cremas tienen ingredientes emolientes y una textura un poco más densa. Su función principal es crear una barrera hidrolípidica en la superficie de la piel para retener el agua y los activos aplicados en su formulación. Si somos conscientes de lo importante que es mantener la hidratación en todo nuestro organismo, la crema se convierte en un producto esencial para nuestro rostro.
Y ahora respondemos a la pregunta… ¿Usar una crema después del serum? Está claro que sí, ya que son productos complementarios y con dos acciones distintas y ambas sumamente importantes para nuestro cuidado facial.
Sigamos con la respuesta del cómo, cuándo y por qué. Empecemos por el por qué.
El uso simultáneo del serum y la crema maximiza los resultados. No se trata de usar un serum por la mañana y una crema por la noche, o viceversa; el secreto está en su aplicación combinada. Estos son los motivos:
Conseguimos mayor penetración de los activos
Los Serum son cosméticos de alta concentración de ingredientes activos de pequeño tamaño molecular, por lo tanto penetran antes en la piel y aportan beneficios específicos a tus necesidades. Su acción es más rápida, pero su capacidad de hidratar es menor.
Damos un efecto de sellado a estos ingredientes
Las cremas son emulsiones más densas y pueden contener ingredientes lipídicos que ayudan a hacer un efecto oclusivo para que los activos del sérum no se evaporen.
Creamos una barrera hidratante y protectora
Esta barrera ayuda a retener el agua en la piel para mantenerla hidratada y protegerla de las agresiones externas, por lo tanto, se recomienda aplicar como última capa.
Así, como conclusión de este punto podemos decir que la crema hidratante nos va a proteger la piel, mientras que el serum nos va a ayudar a repararla.
A estas alturas ya te habrá quedado claro cuál es el cómo. Obviamente, primero debemos aplicar el serum y a continuación la crema. Sin embargo, vamos a darte algunos consejos más.
Es muy importante que la piel esté completamente limpia antes de aplicar el serum, así sus activos conseguirán traspasar mejor hacia el interior de la piel. Realizar un doble desmaquillado intensivo y aplicar un tónico antes de usar el serum es fundamental. Con unas gotas del serum elegido y un suave masaje, enseguida se absorberá.
¿Cuánto tiempo has de esperar para pasar al siguiente paso? Con 15 segundos será suficiente, recuerda que la penetración de los sueros es muy rápida. Aplica la crema adecuada para tu tipo de piel y necesidad y, para terminar, el protector solar.
Si además del serum y la crema añades a tu rutina otros productos como ampollas o contorno de ojos, puedes leer nuestro artículo sobre el layering, el famoso ritual de belleza coreano que nos explica cómo aplicar cada uno de los cosméticos que usamos a diario. Para simplificar, siempre usa tus productos de menor a mayor densidad.
Y para finalizar, nos queda responder a la última cuestión… ¿cuándo?
Lo más recomendable es seguir esta rutina tanto en el día como en la noche.
Por la mañana tenemos que aportar a la piel todos los nutrientes para soportar el desgaste metabólico de nuestra actividad y sobre todo hidratarla y protegerla muy bien de las condiciones externas.
Por la noche vamos a aprovechar el incremento de la regeneración celular que se ejerce durante el reposo para incrementar los activos que nuestra piel necesita y realizar el efecto de sellado que nos ayuda a concentrar su eficacia.
Nos quedaría una última duda… ¿existe alguna excepción en la que no sea recomendable aplicar ambos productos? Aquí podemos decir que puede haber casos en los que no sea tan necesario, pero no lo desaconsejamos. Y si estás pensando en pieles grasas, sí, a ellas nos referimos.
En estos casos, pieles jóvenes, pieles grasas o pieles que en algunas épocas del año se noten sobre hidratadas por la humedad del ambiente, se puede simplificar la rutina alternando la crema y el serum en el día y en la noche.
Pero, no por tener la piel grasa vamos a necesitar menos hidratación, al contrario. Siempre con productos formulados específicamente para reducir el exceso de sebo, pero que aporten un buen nivel de hidratación con lo que se consiga regular los niveles tanto de agua como de grasa. Este tipo de cremas las podemos combinar con serums que contengan hidroxiácidos o vitaminas y los resultados serán inmediatos.
Ahora viene la parte más complicada… elegir qué serum y qué cremas son los más acertados para ti. Pero no te preocupes, puedes seguir navegando por nuestra web y encontrar toda la información que necesitas sobre la formulación, la indicación y el modo de uso de nuestros productos. Si ya tienes tu serum y tu crema favoritos de Atache, cuéntanoslo en @atache_dermatological_care